En las poblaciones de las áreas rurales, existen diferencias de tipo social y económico entre otras y se produce un desequilibrio mayor en zonas de difícil acceso, respecto a las áreas urbanas. Una de sus características, es de tipo demográfico y de género, las mujeres jóvenes migran más y aumenta la población masculina. Es importante que este efecto de migración no se produzca o sea reducido, fomentando su contribución al desarrollo local, dando oportunidades de integración en materias como la agricultura y ganadería, el turismo y el comercio rural y en la innovación. Para que estos elementos tengan efecto positivo, es igual de importante saber cómo llegar a esta parte de la sociedad desde la comunicación y divulgación de planes y proyectos y a través de la formación.
Se debe tener en cuenta, que la colaboración de los organismos públicos con entidades profesionales privadas es fundamental para fomentar este tipo de iniciativas, ya que se entrelazan distintas perspectivas sobre una misma materia.
Para poder minimizar este desequilibrio demográfico y de género, al igual que ocurre con otros producidos en el ámbito rural, es necesario un trabajo de investigación y así poder diagnosticar de modo local, los factores que lo provocan, lo que permitiría actuar de forma estratégica sobre el sector que necesita un mayor desarrollo, manteniendo como beneficiarias o promotoras a las mujeres de las áreas rurales, fomentando su labor desde un punto de vista empresarial y así reducir las diferencias que se producen en aspectos como salarios y responsabilidades.
Un punto interesante, es el de llevar a cabo una labor de concienciación del sector institucional y empresarial, con el fin de promover un aumento de la incorporación de la mujer del medio rural al mercado laboral y se puede conseguir a través de planes y programas formativos, jornadas y talleres que fomenten, por una parte la contratación en el sector privado, el apoyo del sector público y el emprendimiento e innovación de las destinatarias en la creación de empresas. Además, la profesionalización a través de la formación en materias relacionadas con las tecnologías de la información y la comunicación, impulsaría el emprendimiento en el comercio y la gestión empresarial en las actividades económicas del sector rural.
Como resultado de la reflexión sobre cómo impedir o reducir la migración de la mujer joven de las áreas rurales, se puede concluir, que se deben potenciar las actividades económicas de estas áreas, mediante programas de formación y de comunicación hacia el sector empresarial, institucional y hacia la mujer de las áreas rurales, así promover el desarrollo local y reducir la brecha de género que es característica de este tipo de zonas.
En las poblaciones de las áreas rurales, existen diferencias de tipo social y económico entre otras y se produce un desequilibrio mayor en zonas de difícil acceso, respecto a las áreas urbanas. Una de sus características, es de tipo demográfico y de género, las mujeres jóvenes migran más y aumenta la población masculina. Es importante que este efecto de migración no se produzca o sea reducido, fomentando su contribución al desarrollo local, dando oportunidades de integración en materias como la agricultura y ganadería, el turismo y el comercio rural y en la innovación. Para que estos elementos tengan efecto positivo, es igual de importante saber cómo llegar a esta parte de la sociedad desde la comunicación y divulgación de planes y proyectos y a través de la formación.
Se debe tener en cuenta, que la colaboración de los organismos públicos con entidades profesionales privadas es fundamental para fomentar este tipo de iniciativas, ya que se entrelazan distintas perspectivas sobre una misma materia.
Para poder minimizar este desequilibrio demográfico y de género, al igual que ocurre con otros producidos en el ámbito rural, es necesario un trabajo de investigación y así poder diagnosticar de modo local, los factores que lo provocan, lo que permitiría actuar de forma estratégica sobre el sector que necesita un mayor desarrollo, manteniendo como beneficiarias o promotoras a las mujeres de las áreas rurales, fomentando su labor desde un punto de vista empresarial y así reducir las diferencias que se producen en aspectos como salarios y responsabilidades.
Un punto interesante, es el de llevar a cabo una labor de concienciación del sector institucional y empresarial, con el fin de promover un aumento de la incorporación de la mujer del medio rural al mercado laboral y se puede conseguir a través de planes y programas formativos, jornadas y talleres que fomenten, por una parte la contratación en el sector privado, el apoyo del sector público y el emprendimiento e innovación de las destinatarias en la creación de empresas. Además, la profesionalización a través de la formación en materias relacionadas con las tecnologías de la información y la comunicación, impulsaría el emprendimiento en el comercio y la gestión empresarial en las actividades económicas del sector rural.
Como resultado de la reflexión sobre cómo impedir o reducir la migración de la mujer joven de las áreas rurales, se puede concluir, que se deben potenciar las actividades económicas de estas áreas, mediante programas de formación y de comunicación hacia el sector empresarial, institucional y hacia la mujer de las áreas rurales, así promover el desarrollo local y reducir la brecha de género que es característica de este tipo de zonas.
EVITAR LA MIGRACIÓN DE LA MUJER DE LAS ZONAS RURALES
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